El papel del ejercicio en el manejo del estrés
El ejercicio es una forma eficaz de controlar el estrés. La actividad física reduce los niveles de las hormonas del estrés del cuerpo, como la adrenalina y el cortisol, al tiempo que estimula la producción de endorfinas. Estos cambios promueven la relajación y mejoran su capacidad para afrontar el estrés.
Cómo el ejercicio apoya la función inmune
El ejercicio regular estimula el sistema inmunológico al promover una circulación saludable, lo que permite que las células inmunitarias viajen de manera más eficiente por todo el cuerpo. El ejercicio también reduce la inflamación y favorece la producción de anticuerpos, mejorando la capacidad del cuerpo para combatir infecciones.
Ejercicio y salud digestiva
La actividad física ayuda a la digestión al estimular los músculos del tracto gastrointestinal, promover la regularidad de las deposiciones y reducir el riesgo de estreñimiento. El ejercicio también ayuda a mantener un peso saludable, lo que puede prevenir problemas digestivos como el reflujo ácido y los cálculos biliares.